Es cierto que el comino, bien empleado, le da un toque único a las comidas, pero lo que quizás no sabes es que esta especia no solo tiene un gran sabor y un agradable aroma, sino que también cuenta con múltiples propiedades que lo convierten en un condimento estrella, sobre todo para potenciar la salud.
En primer lugar, debes saber que el comino es realmente rico en vitaminas y minerales como el magnesio, el potasio, el fósforo, el calcio, el hierro y las vitaminas A y E.
Ya que tiene un contenido considerable de hierro, este condimento resulta estupendo para subir las defensas y reforzar el sistema inmune, protegiendo al cuerpo contra los agentes externos que puedan desencadenar posibles enfermedades.
Asimismo, sirve como alternativa natural para ayudar a combatir la anemia ferropénica o por deficiencia de hierro, entre otros padecimientos similares.
Para las personas con insomnio, el comino representa un posible aliado en contra de ese problema, ya que tiene la capacidad de actuar como un sedante natural, ayudando a conciliar el sueño más fácilmente.
Además, tiene una acción antibacteriana que ayuda a atacar los problemas bucales o dentales, como la placa, la gingivitis, las caries, entre otros, permitiendo mejorar la salud bucal.
Su poderoso efecto analgésico y digestivo ayuda a combatir las flatulencias y reduce la inflamación abdominal. De igual forma, ayuda a prevenir el cáncer de colón, ya que ayuda con la limpieza del mismo y lo protege.
Por otra parte, el comino tiene un potente efecto antioxidante, pues es rico en flavonoides y terpenos, y además ayuda a acelerar el metabolismo. También, mejora las secreciones gástricas, brinda mucha energía y nos hace sentir más fuertes porque, como ya dijimos, refuerza el sistema inmunológico.
Finalmente, como otra importante propiedad, encontramos que esta especia es un aromatizante natural, pues tiene un exquisito y fuerte aroma que impregna cualquier espacio.